18.1.07
Ciclistas en cerros porteños
Andar en bicicleta en Valparaíso es una locura. Sobre todo si tu bicicleta no tiene cambios. La alternativa es avenida Alemania que fue diseñada para atravesar los cerros. Plana como el vientre de una bailarina. La gente suele observar a los ciclistas como diciendo: "pobre idiota". Un ciclista en los cerros porteños es un especímen raro. Yo ando en bicicleta por los cerros porteños y me han mirado como diciéndome: "pobre idiota". Qué más da. Qué se les puede responder. Importante tener las ruedas bien infladas. La mía suele estar fofa. Un vecino amable le echó aire a la rueda trasera cuando me vio sudar la gota gorda mientras subía por san juan de dios. Parecía tan amable. Mientras hacía su obra del día, por la puerta de su taller mecánico, salió una mujer mayor, como él. Su esposa quizás. Chao le dijo. Ya, respondió él. ¿Qué clase de despedida es esa? ejó de parecerme bueno, seguro le pegaba por las noches cuando se tomaba su copete. Pero me infló las ruedas con hartas ganas y no me cobró un peso. Se siente la diferencia. La chancha se mueve rápido. Sube con más ahinco. Y el paso se vuelve fugaz y el mito de tu absurda osadía, una nimiedad. Otro contra son los perros vagos que se te tiran a ladrarte como si fueras un ratero nocturno. Y ellos, que en Valparaíso son más de 3 mil, hacen lo que se les venga en gana. Algunos, por ejemplo, ladrarle a los ciclistas ilusos. Lauzán que es un ilustrador cubano radicado en chile, adaptado al frío santiaguino, a su ruido y a su gente, asegura que Valparaíso es una mierda por que está lleno de lomas y eso hace impensable subirse a una bicicleta. pero hay gente que se sube. De aquello doy fe y testimonio. Aquí, en un simple post de un desconocido blog.
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