5.8.08

vita magna est

vi el amanecer justo después de soñar que martillaba un canto y que me iba del supermercado sin pagar. yo no sé si era el aconcagua pero esos rojos purpurosos se levantaban silenciosamente sobre los picos de unas montañas más allá de esta laguna que parece mar. respiré como los indios. mantuve el tono vital de días anteriores. corté amarras mentales equívocas. hasta que más temprano que otros días salió el sol brillante y engreido. tiene de qué creerse. merece tanta admiración. yamil a mi lado me pedía que le limpiara las orejas porque las tenía mugrosas y me abrazaba diciéndome te quiero. todo sucedió tan rápido. ya son las 10:40, amelí llegó con una
ramita de pittosporum para recordarme que la vida sigue aquí.

No hay comentarios.:

Powered By Blogger