Pequeños enanos moviendo la cola de ratones felices por la vida sin rumear solo masajear las caricias de mamá en un ir y venir de corazones sintiendo olorcito a mar desde la ventana de una casa antigua donde también vive una gata llamada Benita dulce como la miel de palma que está en el refrigerador helado frente al patio y al cuartito donde duerme francisca tan lejos de su Hamburgo natal.
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