nubes, sol, cárcel.
Una lluvia de primavera no le viene mal a nadie. Después se puede ver este cielo, sobre el museo. Hace unos días estuve en la Peni. Una mierda. Me pregunto qué clase de cielo alcanzan a mirar los presos y sus mujeres. Un pedacito más que sea. Que les calme esa locura demencial que los envuelve.
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