miré el lunar en su ojo por si aparecía un rayito de amor
solo vi el rumor de un fracaso doliente
observé su perfil exquisito por si podía leer docilidad
sólo escuché las certezas de sus palabras
la convicción de su espíritu lejos del mío
la historia de caminos que se bifurcan
esa noche lloré como la nena que soy
este día el sol me regala un verso
la latitud lacónica de este paraíso marítimo
extrañé su presencia
su rigurosa ética
su infinita amistad
una mano señalando la ruta
su boca cerca de mi oído
el pudor de su mirada
la dulzura de su voz en paz
foja cero
duele el pecho
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