10.7.11
historia
mi abuela me cuenta que cuando eran chicos, a ella y sus 10 hermanos mi bisabuela ángela los bañaba con agüita caliente que calentaba en el brasero. se las echaba de a chorritos, de a poquito. no tenían tina. pero sí un baño dentro de la casa. "es que la nuestra era un chalet", me dice orgullosa mientras se pone las medias al sol. en su barrio había alcantarillado. tenían luz. hoy es la única casa que sobrevive de los años 40 en inés matte urrejola, en bellavista. y cómo con esa aguita no quedaban muy limpios la tropa de críos, en la escuela -cuyo número no recuerda mi hermosa belarmina- les daban duchazos a todos en masa. porque además de oler fuerte, estaban llenos de piojos. y aunque ese líquido verde y espeso más parecía veneno que matapiojos la dejaba medio lela, ella recuerda esos días de ducha como los más felices de la semana. como cuando había leche. o manquequilla para el pan. "cuéntame otra historia", le pido acurrucada en su camita.
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