10.7.11

tren subterráneo

santiago es gris. pero eso ya se sabe. lo disfrutable es que contiene la nostalgia en dosis precisas para el (o la) que gusta navegar por aguas turbulentas. no puedo viajar en tren subterráneo. le tengo pánico. me subo igual. intento no pensar en ellos. escucho música. divago en fa. o en re. da igual. vuelvo al tema. estoy en un tren que corre bajo tierra. me rodea tanta gente. pero no conozco a nadie. anonimato ideal para algunos. tristeza para la jipi adolescente.sociabilidad nula. miro a mi vecino. el del asiento que está frente al mío.tiene una chaqueta verde a cuadros. una visera en la cabeza. el color de la piel plomizo. es joven. 35 quizás. lo acompaña su hijo. lo sé porque le dice papá. escucho los sonidos reverberados de My Morning Jacket. intento engañar a mi fobia. pero vuelvo al padre y su hijo. no se hablan. van cabizbajos. distraidos? indiferentes? el padre vuela en otro tiemp y espacio. el hijo mira por la ventana que da al túnel oscuro. es un niño. de unos diez años. de pronto llora, intenta disimular, se esconde bajo el brazo de su padre. trato de que no se den cuenta que los miro. porque lo miro a él. algo tiene. sus cejas no existen. no hay cabellos en su cabeza. tiene cáncer!, pienso descolocada. su hijo llora sin descanso. ahora lloran los dos. quiero bajarme. el piano en mis oidos. el túnel. la enfermedad.

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