21.8.11
un recuerdo
había muchas personas queriendo atravesar ese riachuelo. solo recuerdo que bajo la gente grande, bajo ese inmenso sauce llorón estaba mi padre. vestía un short pequeños a rayas, y lucía unas piernas que siempre me parecieron largas, contorneadas. el que anduviera sin polera sólo avivaba mi rendida admiración . sin duda, él era un tarzán en mi jardín. como además era galán, se quedó en el borde del río ayudando a la gente grande. y eso no me molestó tanto. cuando tomó la mano de esa niña con la que, de aburrida, había decidido a entablar algo algo así como amistad (la única que se logra crear en los asados de la gente grande: o te entretienes, o sobrevives a una farra adulta); en el instante mismo en que mis ojos se concentraron en la mano de mi padre tomándole la mano a ella, mi pequeña amiga, herví en celos. ¿y qué eran los celos? recuerdo que a mi madre le dije que por favor no me contara nada de él, especialmente si de quejarse se tratara. ese era un pequeño duelo y supongo que el instinto me llevó a considerar esa escena determinante. mi madre intentó explicarme algo relacionado con las personas. era tan amplio. no lo recuerdo, sólo tengo entre mis dibujos, uno que retrata a una nena en la arena, un poco más allá un hombre que tiene el mismo lunar de pelos en su panza que mi padre, le trata de arrojar una pelota... no entendí ni comprendo hoy la metáfora. nadie es de nadie, tardé mucho en comprenderlo. grandota y enamoradiza. escuchaba una canción de creedence cuando esto vino a mi memoria.
(post que inaugura etiqueta "papá" en la historia de este blog. evolucionando. la música es circunstancial, pensé que hoy puede gustarle en su sosegada -algo entregada- vida).
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