26.6.08

pecora

anoche paseando la noche no había nadie en la noche. como era de noche tuve un poco de miedo a la noche, pero me metí de lleno en la noche. sola con un pucho en la boca. queria encontrar el pasaje 6 de la calle cirilo amstrong. como era de noche y soy medio ciega poco veía asi que me costó mucho dar con el pasaje donde encontraría a la chica que podía escribir sobre street art para VALPARADISE. ciega sí, pero sorda nunca. así que puse oreja a los interiores de las casas para desconcentrar la búsqueda. de cinco casas, en tres se escucharon gritos. una madre retaba a su hijo por prestar un libro que no era suyo o algo así. la vieja gritaba con sorna. seguro que después le pegaba. en otra, un hombre aullaba maldiciones. me dio susto. mejor no escuché. las gritos de la tercera casa eran más amenos, medio calentones incluso. más vale, pensé. justo en una calle donde la ley está presente con casa y todo. el pasaje 6 estaba al final de la calle casi cayendo al precipicio, justo antes de una casa que se caía de vieja, oscuro por sobre todo, coronado por caca porteña de entrada. reja rosada, timbre adentro. la chica me abrió la puerta y puedo decir que brillaba. su pelo, su ropa, su piel, los ojos y su aura. la casa era compartida. cada pared tenía su color, la vista a la bahía era única. en el linving estaba su pieza: una carpa iglú. la alfombra era su closet. toda una transhumante la muchacha. libre de libertad misma. como el puerto le parecía tan oscuro ("la gente anda triste, mall vestida, las luces de la noche siempre tenues, las calles llenas de caca") se puso a pintar los muros de calles, pasajes, escaleras. colores vivos, dibujos vivos, mano viva. pronto parte a río de janeiro a pintar una universidad para un proyecto ecológico. me contó que al menos dos veces s la semana se metía al mar pacífico y a veces se encontraba con un buzo que tenía por amiga a una mantaraya que había conocido desde que era pequeñita. nos despedimos algres. me fui con la sensación de que se puede ser un poquito feliz. maldije mi rutina laboral...

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