Jugo de lúcuma
chorreando en mí,
patas de mueble de bronce
caminan
Ardiendo están, apenas solas
las esferas,
esperando por ellas.
Lorena duerme,
perdió los zapatos,
manchas de rouge y sangre
impiden verla.
Arcos de luces de aquella noche
en la que bebí de su cuerpo de lúcuma.
Voy a extrañar una canción
Y ninguna más
Ya que a esta la encontré
en tu dormitorio
(invisible y la voz de Luis Alberto Spinetta para esta mañana marxiana de ánimo perenne)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario