en Caleta Abarca lo que menos se puede ver son curvas. harta familia argentina cebando mate. un restaurant "finoli" ´se acaba de inaugurar. hay cero público en sus mesas. acá afuera la población playera es popular y al parecer compra embelecos mucho antes de llegar a la arena, porque el comercio ambulante está prohibido x la autoridad Reginatto. 3 muchachos achocolatados provisto de un pandero, un bongó y una guitarra de palo improvisan unas "cumbias rapeadas" para animar a los familiones que llegan desde muy temrpano con toda la batería de cocina metida en canastos, coolers, mochilas. ráfagas de yodo marino mezclado con bronceador cuneta llegan a mi naricita abierta. huelo mar. huelo mar huelo mar. en esta playita a esta hora no cabe un alma. "me lanzo a la ola y listo pa!, dejáme!" dice al lado mío un pibe con acento mendocino. y sí, cada una de estas almas se siente o al menos parece feliz. es el verano del año del bicentenario. y hubieron tantas antes y seguirán habiendo muchas más. y como en tomas aceleradas podríamos ver como pasan y pasan seres descalzos caminando sobre esta arena antigua, rozando las olas despiertas decenas de infantes golosos. ¿amebas se llama esos trozos gelatinosos que arrastra el mar cada tanto a la orilla? hay muchas!. veo un par de engendros (pequeños delincuentes) que le lanzan trozos de ameba a su abuela que está sentada sobre una toalla mirando el horizonte (se ve que la doña no puede ni pararse). la entretención de la dupla púber es achuntarle a la cara de la veterana como si fuera un mono de feria. y ahí al frente está esa resolana feroz. ahí están esas ondas brillantes que ocultan tanta vida. tanta sal.
yamil reclama porque la gente pisa su castillo de arena (más bien su hotel "yamilka" que así fue como lo bautizó) y le pide -de manera excesivamente amable para mi gusto- que tengan cuidadooooo.
un tipo canoso se me acerca
-no es que yo quiera palabrearla, me dice muy serio y eso es lo que hace de todos modos sentándose a mi lado. lo miro (y escucho) con paciencia.
-mi hijo tiene 20 años y está separado, yo, que soy un weón viejo... estoy separado... digame usted ¿porqué la gente se está separando?
-no sé -le respondo algo indiferente ¿será que la gente ya no cree en el amor?
-¿Y usted es separada?
-No, porque nunca me he casado, dije casi sin pensar
-Aha, entonces por eso se ve tan feliz, remato como conclusión.
Supiera, pienso en silencio.
Me distraigo escuchando que toda la playa comienza a aplaudir. ¿Porqué aplauden?, pregunto a un bañista enteco. Por que se perdió un niño y así avisan a sus padres. Wow, eso sí que es solidaridad en masa pienso ¿o no?
yamil reclama porque la gente pisa su castillo de arena (más bien su hotel "yamilka" que así fue como lo bautizó) y le pide -de manera excesivamente amable para mi gusto- que tengan cuidadooooo.
yo no sé que tiene la playa que uno como que se queda pegado aunque las cosas por hacer sean pocas: jugar paletas, bañarse, tomar sol, jugar paletas, bañarse, tomar sol. me aburre la playa. pero me quedo pegada, adeherida a la arena, retozando, marmoteando. mi situación con la playa se asemeja a la de estar presente en un parque: todos juntos, medio revueltos, mezclados por que sí.
me tomo una instantánea más mejor. nos desplazamos a avenida alemania 5054. a preparar panqueques con manjar!
(caleta abarca, viña del mar, ferebrrrrro 2010, cami, yamil, ale)
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